Efectivamente: nada, gratis. Os refresco un poco la historia:
Es lo que tiene adelgazar, que los cinturones se quedan grandes. Y para evitar una chapuza, aprovechando que estábamos en un centro comercial, nos acercamos a Mister Minit a ver si nos lo podían arreglar.
La persona que nos atendió apenas habló. Tardó 2 minutos en arreglarlo. Cuando le preguntamos el precio hizo una mueca indicando que corría de su cuenta. Parco en palabras sí, pero conocedor de su labor al frente del establecimiento. Y era fácil: bastaba con tener una tarifa de precios colgada en la puerta para dejar claro que el arreglo tenía un precio, aunque fuera bajo. No era así.
Quizás le faltó un poco de amabilidad en el trato, pero finalmente causó el efecto que buscaba: toda nuestra familia y los visitantes del blog conoce la franquicia hoy. Muchos impactos de alta calidad, es decir, razonados y bien comunicados, a precio de saldo. Le ha salido rentable, seguro.
Por otra parte, es curioso el caso de esta franquicia: haberle dado una imagen cuidada ha podido ser la causa del rechazo que muchos han expresado respecto a sus servicios: los posibles clientes piensan que un zapatero de barrio lo hará mejor y más barato. Por esto incluyo una pequeña experiencia reciente:
Arreglo similar de un par de zapatos:
Zapatero tradicional: 13€, una semana de plazo, para recogerlo hemos tenido que pedir un favor a un familiar (gracias desde aquí!) puesto que el horario de apertura era de 10 de la mañana a 12.30 (2 horas y media al día!). No cambia la suela del tacón y sustituye la de la planta por una de plástico. No sabemos si incluye el IVA porque no hay factura. Si hubiera que reclamar, dependeríamos de la buena voluntad del zapatero.
Mister Minit: 20€, una hora de plazo, horario de apertura de 10.00 a 22.00, cambia la suela del tacón y de la planta por una de plástico y otra de piel. Incluye IVA y garantía.
Con cuál os quedaríais?