Hace años que las grandes cadenas de restaurantes saben el secreto: hacerlo divertido.
¿Por qué no el resto?
Está claro que las cosas divertidas se hacen con más ganas. Que apetece mucho más hacer algo divertido que algo aburrido. Que, si pudiéramos elegir entre dos experiencias equivalentes, muy probablemente, nos decantaríamos por la divertida. Seguramente habrá alguien que no, claro. Más tarde lo miro a ver.
Pero la gran mayoría de la gente prefiere hacer cosas con gusto y satisfacción antes que resolver meros trámites aburridísimos.
Aburrido
Ir al supermercado, comprar la pintura que te falta, ir al banco, desayunar, llevar el coche al taller, comprar zapatos… si lo pensamos bien, es todo aburridiiiiiisimo.
A no ser que seas un niño. Ahora empieza a ser habitual que haya mesas en las salas de espera con algún juguete con el que entretenerse –de IKEA la mesa y el juguete, claro-. Los envidio.
Al final lo único que te queda es usar el móvil para ver qué avión es ese que estás viendo por la ventana o escribir a alguien usando Whatsapp con la esperanza de que esté aún más aburrido que tú y te conteste.
A B U R R I D O
Divertido
Ir al supermercado, comprar la pintura que te falta, ir al banco, desayunar, llevar el coche al taller, comprar zapatos… si lo pensamos bien, puede ser todo divertidísimo. O por lo menos, menos aburrido.
Cuando elegimos un restaurante para ir a comer el fin de semana, los niños tienen claro que quieren McDonald’s. Para ellos es divertido: les dan un regalito con su menú, tienen zona para jugar, comen con las manos, se ponen perdidos de casi todo y el helado no se derrite.
Lo han conseguido.
Innovación
Queda mucho por hacer, es la mala noticia. Está todo por hacer, es la buena noticia.
Cualquier empresa que innove y consiga que la experiencia que sus clientes soportan sea, no sólo aburrida, sino todo lo contrario, conseguirá, sin duda, atraer a una gran cantidad de clientes que, hasta ahora, pasan sus vidas deambulando de comercio en comercio con experiencias que dejan mucho que desear. Peor aún cuando se les agota la batería del móvil.
Los centros comerciales son claros exponentes de ello. Cientos de personas aburridas en las puertas de cada tienda esperando que su cónyuge salga para poder… dirigirse a la siguiente tienda.
Largas esperas en salas aburridísimas con revistas del siglo pasado con los sudokus hechos de más de tres maneras diferentes y todas correctas.
¡Erradiquemos todo eso! ¡Ofrece una experiencia divertida!
Hagamos que los clientes disfruten en nuestras tiendas, en nuestras empresas, consigamos que vengan con gusto y que pasen un tiempo agradable, que estén deseando que las bujías de sus coches fallen para poder pasar un rato en el taller, que tomen suplementos alimenticios para que el pelo crezca más rápido y poder volver cuanto antes a la peluquería.
Ofrezcamos experiencias enriquecedoras, divertidas y con sentido. Es mucho más fácil de lo que parece. A los niños les vale con unas mesas de IKEA.
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