La elasticidad de precios es un concepto interesante y fácil de entender con grandes aplicaciones en el mundo empresarial.
A pesar de ello, pocas veces es usado como indicador y tenido en cuenta en las decisiones empresariales.
Aunque de manera general se aplica la clásica ley de la oferta y la demanda, poder conocer la elasticidad del producto o servicio que ofrece nuestra empresa proporciona mucho más juego en el establecimiento de precios y márgenes.
La elasticidad es, resumiendo mucho, una medida de la respuesta en la demanda de un bien ante variaciones de su precio final. Se dice que la demanda de un bien tiene un comportamiento inelástico cuando presenta pequeñas variaciones ante cambios de precio y elástico cuando ocurre lo contrario.
La elasticidad se puede definir matemáticamente de la siguiente manera:
E= % de variación de demanda / % de variación de precio
Cuando este cociente es menor o igual que uno, se considera que la demanda es inelástica; cuando es superior a 1, elástica. Siempre en valor absoluto.
La intuición
De manera intuitiva se puede llegar a la conclusión, no siempre acertada, de que cuanto mayor sea el precio de un producto, menor será su demanda y viceversa. Es la ley de la oferta y la demanda, básicamente.
La elasticidad nos da una idea de la magnitud de esa variación.
La intuición no es mala: permite al ser humano sobrevivir en algunos momentos de su vida. Sin embargo, dejar las decisiones empresariales en manos de la intuición no suele se una buena elección a largo plazo.
Políticas de precio
Una vez que conocemos la elasticidad de la demanda de nuestros productos o servicios, podemos fijar políticas de precio que complementen nuestra actividad operativa. Por ejemplo:
- Nuestra empresa está al límite de capacidad de producción
- El producto es inelástico: probablemente interese ampliar la capacidad para poder satisfacer la demanda a precios similares a los actuales.
- El producto es elástico: podemos usar las políticas de precio para ayudar a planificar una producción adecuada a los recursos con los que se cuenta. Un ejemplo de esto es el restaurante Al-Yamal, que ya estudiamos hace un tiempo. Elevando el precio, la demanda disminuirá y la capacidad instalada será suficiente para satisfacer la demanda.
- La competencia cierra, la oferta cae:
- Si el producto es inelástico: podemos subir precio y mantener la oferta estable. Evitamos inversiones en un clima de incertidumbre en el sector.
- Si el producto es elástico: mantenemos precio y aumentamos capacidad de producción.
- Demandas elásticas e inelásticas
La demanda de un bien puede ser inelástica hoy y completamente elástica mañana. En este mundo cambiante casi cualquier cosa puede pasar. Será interesante, por tanto, conocer qué factores pueden influir en el comportamiento de la demanda:
- Sector, competencia.
- Existencia de productos alternativos.
- Punto del ciclo de vida donde se encuentra el producto.
- Avances tecnológicos, obsolescencias debidas a avances técnicos.
- Factores internacionales o de fuerza mayor.
- Definición del producto o servicio: un producto puede ser elástico pero, al combinarlo con un servicio puede cambiar su comportamiento, por ejemplo.
- Posición del producto o servicio: algo inelástico en España puede ser perfectamente elástico en Perú o viceversa.
Reflexionemos
Conocer cómo se comportan los productos y servicios que ofrecemos en función del precio permite tomar decisiones de negocio con mayor probabilidad de éxito.
¿Son vuestros productos o servicios elásticos? ¿Cómo lo sabéis? ¿Habéis usado este conocimiento en la toma de decisiones en la empresa?
La excepción, que también existe
Algunos productos tienen comportamientos diferentes a los descritos aquí. Los más conocidos son los tipo Veblen
Otro caso similar son los productos Giffen