«Eso del talento es un camelo, y lo de su gestión, aún más». Es una frase casi literal que se me quedó grabada a sangre y fuego en mi mente después de asistir a unas jornadas de formación en una prestigiosa escuela de negocios.
Todo tiene una explicación
El profesor justificaba su afirmación de la siguiente manera:
- El que hoy es talentoso, mañana deja de serlo.
- El que hoy no lo es, mañana empieza a serlo.
- El talento que se va de la empresa puede ser fácilmente sustituido
- Lo importante es el trabajo efectivo diario y no la entelequia del talento
Este hombre pensaba, además, que el talento es algo que está repartido de manera muy uniforme en la población y que, por tanto, es fácilmente reemplazable.
El talento
Habilidades especiales que algunas personas atesoran en mayor medida que otros para realizar algo provechoso para la empresa o la sociedad. ¿Os gusta esta definición? Si es así, seguimos. Si no, abajo podéis comentar vuestro punto de vista.
El caso es que no hay que pensar directamente en médicos ultra especializados o en ingenieros capaces de hablar idiomas extraterrestres para encontrar el talento en la empresa.
Un buen jardinero que sabe lo que hace, un técnico que acierta con sus diagnósticos el 99% de las veces, un administrativo que es capaz de hacer que los clientes paguen puntualmente, un carretillero que descarga un camión en un tiempo muy inferior a otros y sin incurrir en riesgos innecesarios, el diseñador de la web de tu empresa… cualquiera puede acaparar un talento especial en la empresa.
Ya, ¿y qué?
Nuestro querido profesor insistía en la variabilidad de este talento y en la motivación necesaria para mantenerlo. Ponía énfasis en la facilidad que existe hoy en día para sustituir un empleado por otro que aporte el talento necesario.
Ya, pero si tengo un cocinero capaz de preparar la mejor carne a la brasa, o una camarera de piso que no pierde detalle en mi hotel, ¿qué sentido tiene el dejarlos ir y buscar un sustituto? Si ya lo tenemos en la casa, nos ha costado identificarlo, seleccionarlo, contratarlo y formarlo, ¿a quién se le ocurriría dejarle ir y contratar a alguien en su lugar?
¿Qué coste tiene la selección adecuada del personal y su formación? Y no sólo en euros; también en tiempo. ¿Cuánto tiempo puede estar un restaurante sin su referencia en la cocina?
Gestión
Mi opinión es que, justo por esas mismas razones es por lo que es necesaria la gestión del talento. Si el talento fuera algo tan sencillo de manejar como una cafetera, se encargaría de él alguien del departamento de compras.
Pero el caso es que no es así. Cómo bien decía aquél profesor, el talento es algo variable en muchos factores y hay que saber cómo manejarlo.
Para eso, habrá que ser capaces de:
- Identificarlo
- Motivarlo, cuidarlo, mimarlo si es necesario
- Fidelizarlo, conservarlo
- Potenciarlo y valorarlo
- Usarlo como ejemplo
- En definitiva, aprovecharlo en beneficio de todos
En eso consiste la gestión. ¿Sabes gestionar el talento?