Supongamos que el caos es algo malo y a erradicar en la empresa, que ya es mucho suponer. Lo primero que uno piensa es en ponerse a ordenar. Lógico aunque condenado al fracaso según las leyes de la Termodinámica: el caos siempre acabará ganando. Pero no todo está perdido en la guerra; siempre se pueden ganar algunas batallas. Si vamos a convivir con el caos, por lo menos que sea de manera controlada.
Enfoque alternativo
Como casi siempre en esta vida, hay muchas maneras de hacer las cosas y, en estos asuntos caóticos, no iba a ser diferente.
Ya hemos ofrecido un primer enfoque para reducirlo que, querámoslo o no, estará presente en casi cualquier organización: reducirlo, mitigarlo, tratar de reparar aquello que ha sido presa del caos.
Sin embargo, un enfoque alternativo puede ser, quizás, más efectivo y, dado que no es incompatible con el primer enfoque, se convierte en un arma adicional en nuestra lucha diaria: evitar que el caos aparezca. Tolerancia cero con el caos.
Intolerancia con el caos
Ni una, no dejéis pasar ni una. Con el caos no se juega y, si queréis erradicarlo.
Y cuando digo «ni una» quiero decir eso, ni una: es por las pequeñas cosas que cualquiera dejaría pasar sin ni siquiera advertir por donde se cuela el caos. Se empieza por dejar caer un papel fuera de la papelera y se acaba por destrozar un departamento completo. Los papeles, a la papelera.
Y ahora es cuando este post cambia radicalmente de enfoque.
Cuidado con el caos, no dejéis de mimarlo
Pero ojo con el caos: es una fuente inacabable de creatividad, de avance, de retos, de desafíos esperando a ser resueltos.
Si quieres que tu organización se convierta en una más, acaba con el caos cuanto antes.
Caos sí, pero en su dosis justa.
No os dejéis llevar por el caos y evitad discutir sobre asuntos inútiles; justo lo contrario, aprovechad las oportunidades que el caos nos proporciona para generar soluciones internas o externas a problemas reales.
El caos es vuestro amigo si sabéis tratarlo bien
Haced uso del caos, que no os asuste. Pero no dejéis que el caos maneje vuestras vidas. Mantenedlo bajo control, con las riendas firmes. En el equilibrio está el secreto.
Lógicamente, estos pensamientos son demasiado profundos para que provengan de mi obtusa mente. Demasiado para mí. La inspiración para este artículo proviene de aquí.