Acerca de eso estoy meditando estos días de ausencia. No es una meditación planificada ni ordenada. Es más bien un «aquí te pillo, aquí te mato». Cuando tengo un rato libre aprovecho y, si me acuerdo, medito acerca del tema.
Y la cuestión, concretando es algo así como: «¿tiene este blog algún sentido?, ¿sirve realmente para algo a alguien?»
Más cuestiones
Si no fuera así, si a nadie le interesara el contenido del blog, seguiría escribiendo en cuartillas en casa. Es más barato. Casi seguro. Es una opción que me planteo. El narcisismo no va conmigo.
Pero si fuera así, es decir, si hubiera alguien que saca algo en claro de este blog, aparecen más cuestiones:
- ¿Realmente es el contenido que los lectores necesitan?
- ¿Qué más podría hacer por los lectores? ¿Otros contenidos? ¿Otros formatos?
- Después de tantos posts, ¿se mantiene la coherencia entre ellos? ¿Es fácil gestionarlos? ¿Se pierden en la noche de los tiempos los más antiguos a pesar de poder ser actuales?
Lo que sé
Sé que hay gente a la que gusta el blog. ¡Gracias! Sé también, que muchas visitas son poco más largas que un suspiro y que apenas dan para leer un par de líneas de los artículos.
Las estadísticas nos dicen que hay algunos temas más demandados que otros. Que algunos visitantes son más fieles que otros y que cada día llega gente nueva.
Lo que no sé
Cuantas más visitas, mayor responsabilidad: no es lo mismo decir cuatro chorradas y que nadie las lea a deliberar como si fuera un experto en temas en los que hay muchas cabezas pensantes pensando 24 horas al día y de manera profesional.
Tengo algunas ideas: creo que acortaré los artículos, quizás los espacie más en el tiempo y quizás, sólo quizás, comience a usar otros formatos.
En eso estoy estos días. ¡Animaos!
A mi me es muy útil. No todos los días tengo fuerzas para leer el blog, cuando lo hago quiero estar al 100%. Muchos artículos me animan a seguir en mi línea de medir, analizar y corregir para mejorar. Otros no coinciden con mi punto de vista… Así que gracias y animo.