Cuando en una empresa se produce alguna comunicación, cualquiera que sea, suele haber un emisor y uno o varios receptores. Además hay un canal y un mensaje. Cosas básicas que todo el mundo sabe, lo habitual en este blog, vamos.
Simplificando
Hemos simplificado mucho, claro. Aquí podéis encontrar una versión mucho más detallada de los elementos que componen la comunicación. En cualquier caso, para el post de hoy vale con lo dicho, que estamos hablando de empresa, y cuanto más sencillo sea todo, mejor.
Justificada la simplificación, vamos a lo importante.
El mensaje
Cuando alguien comunica algo debería tener en cuenta el mensaje que está trasmitiendo. El mensaje es aquello que alguien quiere transmitir, el contenido u objeto de la comunicación.
Los mensajes: explícitos e implícitos
Lo deseable a la hora de comunicar es que el emisor tenga claro el mensaje y el receptor tenga la capacidad suficiente como para entenderlo. Sin embargo, casi toda comunicación implica un mensaje explícito y un mensaje implícito. Ambos. Casi siempre, sí.
Cuando se trata de seres humanos comunicando cosas, pensar que sólo está en juego el mensaje explícito es un gran error. El implícito, aunque esté oculto es casi tan importante o incluso más que el explícito.
Algunos ejemplos
- Cuando se comunica a alguien que se le va a asignar una plaza de aparcamiento, se está comunicando a todos los demás que ellos no la van a tener.
- Cuando se comunica a alguien que ha sido el empleado del mes, se está comunicando a todos los demás que ellos no lo son.
- Cuando se reprocha a una persona que ha tenido un mal comportamiento, el resto de la organización aprenderá qué ocurre en esas situaciones.
Está claro que estos ejemplos de comunicación van más allá del destinatario inicial de la misma. Los mensajes enviados pueden afectar a una gran cantidad de personas incluso si son implícitos.
Pensarlo bien antes de comunicar
Es muy importante y que, en muchas ocasiones, la precipitación acaba en una mala experiencia. La comunicación debe ser ágil y efectiva, pero descuidar el mensaje puede provocar muchos desaguisados. Incluso si el mensaje es el implícito.
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