Eso decía mi abuelo con frecuencia.
Y es cierto, aprender de la experiencia de un tercero es una bendición. Poder extraer conclusiones y enseñanzas de los errores de otros es una gran ventaja que deberíamos cultivar. Aprender de las experiencias de los demás.
«Dichoso»
El problema es que es muy difícil que esto ocurra. Por eso incluía el «dichoso aquél que…». Y es difícil por varias razones:
- La naturaleza humana: somos como somos y nos cuesta admitir que si alguien ha experimentado algo en una determinada situación, puede ocurrir que a nosotros también nos pase. Muchas veces pensamos «¡no hombre!¿Cómo me va a pasar eso a mí?»
- Las situaciones cambian: eso le pasó a otro en otras circunstancias temporales, sociales, geográficas… es muy difícil que la misma situación se produzca exactamente como ya le pasó a otro. Entre otras razones porque los protagonistas cambian: antes era otro y ahora soy yo.
- Es difícil verse reflejado en otro: precisamente porque las circunstancias cambian, es complicado identificar una situación similar en un tercero.
¿Dichoso? El secreto está en aprender
Pero es que, además, hay situaciones en las que no es precisamente dichoso el que escarmienta en cabeza ajena sino todo lo contrario: a veces el hecho de que alguien haya intentado hacer algo y no le haya dado resultado provoca que otros muchos se retraigan simplemente por miedo a repetir el fracaso sin analizar demasiado las causas. No se escarmienta, simplemente se le coge miedo al asunto.
Y entonces llega alguien nuevo, vuelve a intentarlo y triunfa, dejando a todos los demás pasmados.
Escarmentar no sólo consiste en temer a algo, hay que ir más allá y tratar de aprender de los errores de los demás y no repetirlos. No consiste en dejar de hacer las cosas en las que los demás han fracasado, sino tomar sus experiencias y aprender para superar aquello que otros no han sido capaces de vencer.
Conclusiones
Aprender es algo que hay que hacer desde el primer hasta el último día de nuestras vidas, laborales o familiares. Os animo a seguir aprendiendo cada día y a poner en práctica cada enseñanza que recibáis.
¡Ánimo!