Ayer contacté con el departamento de ventas de un proveedor de un tipo especial de lentes, 3Dlens. Fue proveedor hace unos años y tenemos varias de sus lentes aún. Son de bastante calidad, por lo que estamos contentos con ellas. Como estamos con un nuevo prototipo, necesitamos algunas más. Fácil, ¿no?
El proveedor está en Taipei. Un poco lejos, lo reconozco. Pero, hoy en día, con la evolución de las comunicaciones, Taipei queda aquí al lado. Así que manos a la obra.
En su web no aparecía el modelo que ya habíamos comprado la última vez, así que decidimos ponernos en contacto con ellos a través del email que facilitan. La verdad es que nos extrañó un poco un pequeño texto de su web que decía lo siguiente:
xxx, Alley 15, Lane 90
MinQuan East Road, Sec. 6
Taipei 11465, Taiwan, ROC
Phone: none
Internet sale only, don’t come to office
Traduciendo libremente: Dirección física y “Vendemos sólo por Internet, no venga a la oficina”. Raro, ¿no?
Total que le enviamos el siguiente email:
Dear sir,
Su respuesta
Algunas apreciaciones
- El cliente necesitará consejo
- El cliente puede no conocer de manera exhaustiva el catálogo de productos
- El cliente puede no saber exactamente qué necesita
Por lo tanto, el vendedor técnico debería estar dispuesto a ofrecer “formación”, explicaciones, detalles, hojas técnicas, alternativas a productos, etc. para facilitar la labor del cliente.
Sea o no técnica la venta, la educación y cortesía nunca sobran: cuanto más, mejor.
Esta respuesta quizás nos choca porque fue recibida por escrito. Nos parece rara y fuera de lugar, sin embargo es bastante más común de lo que parece, sobre todo en la comunicación verbal.
Cuántas veces habéis entrado en algún establecimiento comercial y habéis sufrido algo como:
– Hola, buenas tardes, ¿tienen huevos frescos?
– No
– umm ah, vale, gracias
Aquí tenéis un ejemplo. Ahora os resultará más cercano, seguro.
Actitudes como estas son las que llevan a muchas empresas directas a la quiebra.
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