Llevarse los platos para sustituirlos por nuevos está bien, pero dejar el cubierto usado en la mesa es cutre y queda mal. Sobre todo cuando el coste de sustituirlos es mínimo y un cubierto sucio mancha el mantel que luego habrá que lavar.
Si te llevas el plato, llévate los cubiertos con él.
Y, por favor, no vuelques los restos de un plato a otro delante del cliente.