Objetivos. Es algo básico en el desarrollo de una empresa: fijar objetivos. ¿Por qué? Pues porque parece ser que al ser humano le resulta más sencillo realizar su trabajo diario si tiene una meta que cumplir. Y, en cualquier caso, las empresas que se marcan objetivos suelen ser más exitosas que las que no lo hacen.
Muchas veces se hace por intuición, otras veces por tradición o cultura de empresa y en ocasiones, los objetivos se establecen después de llegar al convencimiento de que hacerlo es ventajoso.
Sin embargo, aunque pudiera parecer algo obvio, fijar objetivos es complejo y no está exento de riesgos. Unos objetivos mal establecidos pueden desmotivar al conjunto de la empresa y, lo que es peor, dificultar en gran medida el establecimiento de nuevos objetivos en un futuro: “ya se hizo y no funcionó, ahora me vienen con el mismo cuento”
Y es más fácil de lo que parece hacerlo mal: objetivos ambiguos, complejos, incoherentes con la cultura de la empresa, inalcanzables o demasiado sencillos de alcanzar, etc. pueden echar por tierra los intentos de la Dirección por gestionar la empresa.
Existe un cierto consenso en la forma que deben tener los objetivos para que conduzcan con mayor eficiencia al éxito. Estos criterios suelen resumirse usando una regla mnemotécnica: sólo hay que recordar, en inglés, la palabra SMART. Con cada letra, obtenemos un criterio que debería cumplir el objetivo que queremos establecer. Podéis ver el significado de las siglas en la siguiente tabla:
S | Específico (Specific) | Con significado, simple |
M | Medible | Medible, gestionable y motivador |
A | Alcanzable (Attainable) | Apropiado, alcanzable, acordado y orientado a la acción |
R | Relevante | Orientado al resultado, realista |
T | Acotado en el tiempo (Time bound) | Temporal, con inicio y fin claramente definidos |
En algunos casos, se incluyen dos criterios más:
E | Evaluable | |
R | Re-evaluable |
Reflexionemos
¿Qué es todo esto? Pues un método sencillo y fácil de recordar que puede ser útil para establecer objetivos en las empresas que gobernemos. No es una guía que seguir a pies juntillas, obviamente. Si existieran cosas así, no quebraría ninguna empresa, pero quizás es una ayuda sencilla que facilita la labor de establecer, comunicar y, sobre todo, llevar a cabo los objetivos que realmente interesan a la organización.
Más adelante veremos qué hacer con estos objetivos y posibles formas de premiar a la organización cuando se alcanzan, que también es complicado.
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