Hoy he recibido una oferta para realizar una consultoría de procesos en mi empresa.
Antes de pasar a la segunda diapositiva de la presentación ya sabía que el que la había redactado era ingeniero. La presentación era del todo previsible tanto, que coincidía casi al 100% con algunos esquemas internos que hemos elaborado previamente en nuestra empresa.
El email de presentación estaba escrito en mayúsculas, sin apenas signos de puntuación y, sinceramente, era difícil de entender incluso con buena disposición.
Resultado: empezamos mal. La primera impresión no ha sido buena. Hemos recibido una oferta de servicios que es previsible: es la oferta que yo podría hacer si dejara mi empresa y me dedicara a la consultoría de procesos; técnicamente correcta. Comercialmente terrible. Aún así, acepté recibirle y mantener una entrevista en persona. Veremos qué pasa.
Ocurre a muchos técnicos: se centran más en la oferta técnica que en el aspecto comercial y el entorno real de la empresa. El producto debe ser atractivo, concreto, presentado de manera correcta.
Hay que trabajarse más el planteamiento comercial: un email, una presentación en Powerpoint y una llamada de teléfono pueden abrirte muchas puertas o dejarte fuera del mercado en un minuto. Sobre todo ahora, que hay multitud de técnicos tratando de establecerse en el mundo de la consultoría.
En breve os contaré!